dimarts, 18 d’octubre del 2011

Inundaciones en el Bajo Lempa (18 de octubre)

Crónica de Angel Arnaiz (a través de Facebook)
(En este mapa pueden localizar las comunidades)

5:45 (Hora en El Salvador; +8 hora central europea). Para ver amanece este martes: ni palabras tengo para comentar la situación concreta de nuestra gente. Menos de todo El Salvador y Guatemala. Como somos paisistos pequeños y periféricos y empobrecidos y sin lobbys económicos ni políticos internacionales... como otros países africanos, ni se nos menciona fuera de aquí.

Bueno, el buen Dios de Jesús ha plantado su tienda, ha construido su vivienda entre los más pobres. Al ver la carita de las ancianas albergadas en la escuela de San Marcos Lempa o Jiquilisco, con arrugas, con una sonrisa triste, con ojos brillantes que miran de frente, con una ropita desgastada por el uso, y unas sandalias de plástico en sus pies vi el rostro del buen Dios de Jesús ayer en nuestro querido El Salvador. Al contemplar los ojos enrojecidos, con unas lágrimas contenidas saltando apenas de ellos, mujeres jóvenes, fuertes, luchadoras, probadas en mil batallas de la vida diaria familiar y colectiva, con hijos tiernos moviéndose a su lado que me abrazaban con inmenso cariño... vi el rostros del buen Diosito lindo de Jesús ayer en El Salvador. Al ver a jóvenes rescatistas voluntarios de sin horas extras de trabajo intenso porque la noche se junta con el día en sus labores por las aguas enlodecidas y enloquecidas podríamos decir de nuestra tierra bajolempeña vi el rostro fuerte y tierno del buen Jesús de Nazaret. Y a Alirio, a Marvin, a Nelson, al otro Nelson, a Elmer, a Mario, a Gilberto, a Alberto, a Joche, al otro Marvin, a Alfredeo, a Nohé... rostros jóvenes, rostros decididos, rostros cansados por dias y noches sin dormir y sin dejar de trabajar para que la catástrofe disminuya sus efectos y fuera menor en consecuencias desastrosas para sus hermanos y hermanas humanas, vi el rostro decidido y humano de Jesús llorando por su amigo fallecido al que dio nueva vida.


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