Lo más importante es que ya estamos aquí, en El Salvador, que era nuestro primer objetivo. Diez años de exilio forzoso de promedio (en Nicaragua), en condiciones de refugiados y con las tensiones sociales y económicas sufridas, sin contar otros sufrimientos más dolorosos, como la pérdida de seres queridos y el recuerdo del terror pasado, no ha sido fácil de terminar. Y gracias al esfuerzo comunitario de todos nosotros, la organización y decisión habidas y la ayuda internacional y nacional, conseguimos ese deseo tan grande del retorno.
No nos ha sido fácil llegar aquí. El actual gobierno salvadoreño, que representa a esa oligarquía tradicional, o sea, la extrema derecha de este país, como ustedes saben, nos puso un sin fin de dificultades para retornar y, cuando ya no pudo evitarlo, retrasó lo más que pudo ese hecho. Una de las excusas que ponía es que no teníamos tierras para asentarnos y que así no podían dar consentimiento - aún sabiendo que todos los gastos de la repatriación eran financiados mayoritariamente por las Naciones Unidas, vía ACNUR -.
No obstante, tenemos algunas cosas que nos favorecen mucho : en primer lugar, nuestro sentido comunitario, la ayuda y solidaridad, organización y logros que de ahí se derivan, y que sólo quien ha vivido así puede reconocerlos ; en segundo lugar, tierra buena y abundante: a mí una de las cosas que más me ha emocionado desde que llegué aquí fue el primer día en que avisaron a la comisión de tierras-agricultura para que fuese a "deslindar" sus tierras ; ¿imaginan ustedes lo que supone decir a un grupo de campesinos : miren, ahí tienen sus tierras, buenas tierras por otra parte, tómense todas las que su capacidad de trabajo les permita cultivar, esos son los límites ?
No nos ha sido fácil llegar aquí. El actual gobierno salvadoreño, que representa a esa oligarquía tradicional, o sea, la extrema derecha de este país, como ustedes saben, nos puso un sin fin de dificultades para retornar y, cuando ya no pudo evitarlo, retrasó lo más que pudo ese hecho. Una de las excusas que ponía es que no teníamos tierras para asentarnos y que así no podían dar consentimiento - aún sabiendo que todos los gastos de la repatriación eran financiados mayoritariamente por las Naciones Unidas, vía ACNUR -.
No obstante, tenemos algunas cosas que nos favorecen mucho : en primer lugar, nuestro sentido comunitario, la ayuda y solidaridad, organización y logros que de ahí se derivan, y que sólo quien ha vivido así puede reconocerlos ; en segundo lugar, tierra buena y abundante: a mí una de las cosas que más me ha emocionado desde que llegué aquí fue el primer día en que avisaron a la comisión de tierras-agricultura para que fuese a "deslindar" sus tierras ; ¿imaginan ustedes lo que supone decir a un grupo de campesinos : miren, ahí tienen sus tierras, buenas tierras por otra parte, tómense todas las que su capacidad de trabajo les permita cultivar, esos son los límites ?
En aquest enllaç podeu llegir l'última carta d'Angel Arnaiz on explica la celebració i el moment actual de la comunitat i El Bajo Lempa.
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